viernes, 11 de mayo de 2012

Los brazos del Destino

Llega una vez al mes, e inexplicablemente vuelvo a sentir esta necesidad de desahogarme y escribir al mundo y a nadie. Dejar plasmado mi clamor a algo, a alguien, a mi.
Divagaciones inconclusas...jamás podía haberlo definido mejor.
Sigo en esa inconclusa vida divagando como cualquier otro ser humano sin saber exactamente el rumbo que ha de seguir para alcanzar ese fin anhelado. No sé el fin y no sé el camino. Divago inconclusa intentando aferrar lo que día a día voy construyendo con mis pasos.  A veces el paso es diestro, firme, decisivo. Pero a veces, el paso es endeble, tembloroso y sombrío.


"Asido de las ramas del camino,
sangrando el corazón y el alma ansiosa, 
sigue el hombre en los brazos del Destino
ciegos los ojos y la faz llorosa."
Rubén Darío

             

[El cielo de Cranfield desde mi ventana en Mitchell Hall]