martes, 27 de diciembre de 2011

Y al respirar...

Te debo tanto que no sé cómo empezar....

Tras intentos frustrados de reencuentros y sensaciones inconclusas en mi corazón/cabeza ayer llegué a Valencia con la mente y el corazón abiertos a cualquier posible situación. Deseaba ante todo que Él estuviera ahi, en el andén, esperándome, porque nadie antes lo había hecho. Por que quería ver que alguien que me recoge está esperando por mi, pasando frío o incomodidad o desesperación ante la tardanza del tren. Todo eso lo hace por mi. Como mi familia cada vez que venía los viernes a Orihuela.

Y allí estaba, vestido de negro, con su jersey y chaqueta de cuero negra, bien peinado, bien perfumado. La sonrisa no me cabía en la cara, quería correr pero los tacones no me dejaban, y la aproximación se cumplió y nos fundimos en un gran, largo y profundo abrazo sin apernas vernos las caras. No quería soltarlo era una sensación rara, que nunca antes había tenido con él. Por fin, y digo POR FIN estaba limpia, despierta, con los ojos abiertos y dispuestos a escuchar y con un corazón sin complicaciones, sin prejuicios; honesto y sincero.
Tras dos besos, me miró, me cogió la cara y me besó, yo le devolví el beso como si fuera lo que hubiera estado esperandolo en años. Nos fundimos en besos sin cesar, andando, casi chocando con la gente mientras andabamos. Y vuelta al abrazo, y al beso, y la maleta olvidada y el mundo olvidado y el tiempo parado, ¡qué mas da todo si por fin estaba con lo que realmente había querido desde hacía mucho tiempo!. Pensando te das cuenta que es ÉL el que ha estado SIEMPRE INCONDICONALMENTE ahi, luchando contra todas las adversidades habidas y por haber, a pesar de tus continuos rechazos (imbecil de mi que no quería abrir los ojos), a pesar de tus continuas heridas a su persona, a pesar de anteponer a otras personas sin criterio a él.... Te das cuenta que has perdido un tiempo maravilloso que podrías haber aprovechado con él en Valencia, los dos juntos. Pero supongo que sea el tiempo lo que hace que maduremos, que veamos nuestro mundo y que cambiemos nuestra mente al respecto. Antes no estaba preparada, no estaba madura para sentir. Ahora que me doy cuenta y veo claramente lo que me rodea se que es alguien MUY especial un alguien que me puede hacer sentir y descubrir lo maravilloso que es el amor al que escépticamente había despreciado.
 Tras un día con los sentimientos a flor de piel, excitación en cada beso y escalofríos en cada caricia, la congoja arrulla mi garganta.¿Por qué? Por que ya no esta, porque he vuelto a Orihuela y lo he vuelto a dejar en aquel anden donde lo vi, donde lo descubrí con mis ojos bien abiertos. Y ahora tanto sentimiento solo se transforma en lágrimas de impotencia ante una situación de distancia. Siempre la PUTA distancia. Ella siempre es la que mella todo, la que lo estropea todo, la que siempre se ensaña conmigo... Cuando por fin estoy dispuesta a amar y dejarme amar ella aparece, de repente, en silencio, diciendome al oído: "Marta, ese amor se perderá porque en días volveras a estar a miles de kilómetros de aquí", porque como dice la canción "Y si te digo que la distancia es el olvido no me crees..." yo lo creo porque ya me destruyó otro amor incondicional... y solo me queda ver su foto y llorar; escuchar nuestras canciones y recordar, y dejar que esa lágrima inesperada brote de mis ojos y recorra mi mejilla hasta llegar a mi corazón.

No hay principio ni final, sólo lo que quieras ir contando....

Respira Moreno, que donde quiera que estes, donde quiera que RESPIRES, yo estaré en ese aire.

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